miércoles, 24 de octubre de 2012

¡¡¡¡¡ SOY INSTRUCTORA WILTON !!!!!




Estoy feliz!!!!!!!! Ser instructora Wilton es algo que he deseado desde la primera vez que cayó en mis manos un anuario Wilton, hace muuuuuchos años. Y ahora lo soy.

Ha sido una semana intensa..... queréis conocer la historia????

Érase una vez una mamá con dos niños a la que le aterrorizaba volar. Un día recibió una invitación para un casting (jajaja). Tenía que enviar su curriculum tarteril y pasar un proceso de selección para  asistir a un seminario de instructor Wilton.
La mamá, de nombre Paz, envió la información solicitada y comenzó una larga espera. Hasta que un día recibió ese correo maravilloso que decía: "you have been selected...." Ohhhhhhhh, no cabía en sí de gozo. Empezó a hacer planes y más planes: reformas para su tienda, una escuela nueva preciosa y toda rosita........
Cuando llegó el momento de viajar, la mamá era incapaz de separarse de sus niños. Eran ocho largos dias separada de ellos. Dudó, dudó y dudó mil veces. El día anterior a la partida lo pasó entero llorando y sus niños también. Pero era algo bueno que tenía que hacer.
Cuando se vio subida al autobús que la llevaba al aeropuerto lloró y lloró hasta inundar el autobús y a su pena se sumó una fobia: pánico al avión. Por suerte, había quedado en el aeropuerto con Mariló. Volaron juntas y todo fue mucho más fácil.

La experiencia allí ya os la cuento en primera persona. Me siento afortunada y privilegiada:

Por haber sido seleccionada.


Por haber conocido a esas profesoras maravillosas y absolutamente profesionales y haber tenido la suerte de verlas trabajar y aprender de ellas.


Por haber conocido a mis compañeras, que son excepcionales y creo que me vuelvo con grandes amigas. A todas, Pilar, Mariló, Nieves, Natalia, Alma, Silvia, Luce, Antonia, Claudia y Carmen, siempres tendréis un rinconcito en mi corazón porque con vosotras he compartido algo muy importante para mí y porque sois las mejores, shoshos!!!
Y gracias a las organizadoras, Inge y Shawn.

 
Allí hemos llevado ritmo militar continuo. Todos los tiempos medidos. Había un reloj, que sonaba continuamente (grrrrr). Pipipipiii, pipipipiiiiiiii, soñabamos con ese sonido y con arrojar ese reloj al vacío para que no sonara nunca más.
Pero también hemos tenido momentos distendidos.... las españolas marcando estilo, jajaja.
 
 
Tuvimos hasta cumpleaños!!!! De mi compi de habitación. Pilar, me ha encantado conocerte, eres una persona maravillosa. Le cantamos cumpleaños feliz y sopló su velita.
 
 
Incluso alguna noche ha caído un malibú con piña (Alma siempre que lo tome, me acordaré de tí). Y de Paco, of course!!!!
 

También nos fuimos a visitar el Barrio Rojo y fue genial!!!!!!! Pasamos por todos los coffee shops de Amsterdam y de aspirar ese ambiente, estuvimos una hora riendo sin parar!!!!! Descargamos toda la adrenalina acumulada por el dichosito reloj.
 
 
En la clasura del curso y en la entrega de diplomas me puse a llorar sin poder parar. He pasado a ser la llorona oficial del curso. Esta es la foto que se puede ver, en las otras soy un mosaico de rimmel.

 
Aquí ya todas contentas con nuestro diploma, nuestro delantal y la medalla... Ohhhhhh
 

Y con las ladies.....


Tengo muchas cosas que contar: anécdotas, experiencias y sobre todo, tengo muchas cosas que enseñar. Todo éso se queda para los cursos. Os amenizaré los cursos con mis historias y os martirizaré con un reloj que suene pipipiiiiii, jajajaja.

El último día de mi estancia, el vuelo salía por la noche. Así que Mariló y yo aprovechamos para turistear. Os dejo algunas fotos. La estación de tren de Amsterdam, una joya arquitectónica.

 
Como sabréis, Amsterdam está llena de canales.
 
 
 
Contratamos un barco que nos hizo un recorrido por algunos de ellos. No me digais que esta foto no parece una estampa de Navidad...
 
 
Una de las cosas que más me llamó la atención es que hay casa flotantes, que pagan sus impuestos y todo. Y algunas se cotizan muy caras. Fijaos, con terraza y todo...
 
 
Amsterdam me pareció una ciudad un poco caótica. Estaba llenas de bicicletas, que tienen preferencia siempre. Tocan su timbre si les molestas, pero como yo no estoy acostumbrada a que me piten las bicis, pues estuvieron a punto de atropellarme unas pocas veces. Y el tranvía igual, gracias a que un señor me avisó, si no, me convierte en pegatina.
Una de las cosas súper típicas de allí son los cucuruchos de patatas. Todo el mundo va por la calle comiendolos. Nosotras, pues, claro, tuvimos que probar. El pequeño.... no nos pudimos comer ni un tercio!!!!! No puedo imaginar quién pedirá el grande.


Pasamos por el museo Van Gogh, la casa de Ana Frank, la fábrica de diamantes, el Rijksmuseum, por  Heineken, iglesias, tantas cosas que no puede visitar.....pero el tiempo no daba para más. El mercado de las flores me gustó especialmente. Por favor, mirad qué precios...

a

Y los taxis ...... a que son la caña????????


Lo último.... estuvimos en Hard Rock Café y nos metimos un brownieeeeeeeeee pa´morirse.


Sólo me queda decir que esta entrada la he hecho con lágrimas y lágrimas en los ojos. Ha sido emocionante. Soy una llorona oficial, jajaja.

LA BOUTIQUE DE LA REPOSTERÍA YA ES TIENDA OFICIAL WILTON
¡¡¡¡¡¡¡TOMA YA!!!!!


 
 
Besosssssssssssssss