martes, 7 de julio de 2015

Mesa dulce azul y blanca


En el post de la Comunión os conté que haría una entrada para cada mesa dulce. Pues aquí está la primera. Primero una vista frontal. Cada vez que miro esta foto recuerdo el proceso de creación porque quizá fue lo más bonito. El atesorar detalles, adornos, objetos, lista de dulces....

Ahora una vista lateral. Siempre me pregunto por qué las fotos empequeñecen todo (a veces).


Y ahora, el otro lado. Desde cada perspectiva se aprecian detalles diferentes. 


Os cuento el proceso. 

Lo primero que hice fue elegir los colores: blanco y azul (ya sé que no es nada original, pero había que hacer una mesa de Comunión). Como mi hijo quería unos dulces concretos: snickerdoodles, stroopwaffels, brownie y mikado, los colores suaves combinaban a la perfección con los tonos marrones del chocolate. 

El segundo paso fue elegir los objetos decorativos de la mesa. Por internet compré, todo a juego, las cajas cuadradas, las cajas compartimentadas y las maletas. Todas eran de unas rayas finísimas blancas y azules. Además, las cajas cuadradas llevaban el mismo lazo que la tarta. Busqué unos mini stand para las stroopwaffels y las tarteras. El resto de objetos los fuí recopilando poco a poco. 

Vamos a por la tarta. Era un tartón, aunque no se aprecie en la foto. El molde que usé fue el de 14 pulgadas, o sea, 36 cm. Era torta bombón. Elegí este bizcocho porque es el que más le gusta a los niños chocolateros. Si queréis la receta, podéis consultarla pinchando AQUÍ.


Tenía dos capas de relleno. Una de ellas, la de la foto, era un bote enterito de dulce de leche. Llevaba, por supuesto, un dique de contención de ganache de chocolate montado (método Wilton 100 %).
Lo bañé con un almibar 40-60 al que le añadí dulce de leche y quedó un bizcocho buenísimo.
La segunda capa iba rellena de ganache de chocolate y luego, pues ya sabéis, cubierta entera para forrarla con fondant. 


Como es habitual en mí, siempre que hago una tarta tengo que tachar algo de mi lista de tareas pendientes. En este caso fue hacer una "double barrel cake", que es el piso central. Hacía mucho tiempo que quería hacerla... ¿y qué mejor ocasión?

Las Double Barrel Cakes son tartas, mínimo, el doble de altas que las habituales. En mi caso, ésta medía 20 cm. de altura. Hay diferentes técnicas para cubrirlas, generalmente suelen hacerlas con una costura en la parte de atrás. Pero yo quería probar "a lo bruto", usando la técnica habitual para cubrir tartas normales. Y me salió sin ninguna dificultad (ole!!!!!). Que conste que le tenía mucho respeto, pero es que, generalmente, nuestras barreras mentales superan la realidad.

Y así quedó al final. Creo que bastante correcto el resultado. Como quería algo sencillo, hice un rosario nacarado (¡ojo! con sus cuentas de los misterios y todo, eh?) y terminaba con la cruz de Taizé. Los bordes inferiores los rematé con cinta de raso celeste con topitos blancos, a juego con los que llevaban las cajas apiladas.


También vemos en la foto el nombre del comunionero en galleta. Son galletas de vainilla, cubiertas con fondant. A mí me encanta el fondant en estas galletas, de hecho en cuanto que no me vió nadie me comí la "I", jeje. Le puse dos arbolitos de rosas blancas delante, que quedan monísimos, verdad?


En una de las campanas de cristal puse Snickerdoodles rellenas de caramelos Wethers original. Receta
Delante de ella, podéis ver cake pops de Oreo, que son los preferidos en casa. Receta. Los puse hacia abajo porque ya hacía bastante calor y no quería desastres. Para combinarlos con el resto de la mesa, los bañé en candy melts colorbust y les puse cápsula azul y palito azul y blanco. 


La otra campana llevaba brownie cortado en porciones. Pero un brownie exquisito, la receta con más chocolate que podáis imaginar. Receta

En los extremos puse dos soportes chiquitines, también con campana, con stroopwafels, las galletas preferidas de mis hijos. De éstas todavía no tengo publicada la receta. Lo haré.


Algo que no podía faltar en la mesa dulce para mi niño eran los Mikado y los Conguitos. Así que puse copas altas en forma de cono con los mikado y las rellené de Conguitos, blancos y negros,  para darles estabilidad. Cada vez que lo pienso, no sé cómo pudimos tomar tanta azúcar.



Por último (y creo que no me dejo nada), puse unas cajitas a juego, con compartimentos. Estaban rellenas de mini-stroopwafels, mini oreo, mini chips ahoy, galletas de vainilla y conguitos.


Espero que os haya gustado tanto como a mí me gustó imaginarla y elaborarla.

Dulces besossssssssssss



1 comentario:

  1. No os podéis imaginar Lo bonita qué era y Lo buena qué estaba. Me encanta me encantais me encantas! Todo a juego bajo una atenta supervision De los detalles. Una mesa dulce increíble

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Gracias por leerme.
Me encantaría que contaras qué te ha parecido mi entrada.