miércoles, 28 de octubre de 2015

Brownie con AOVE y pistacho




Cuando Jacqueline me invitó a hacer un postre con su delicioso AOVE Campopineda, inmediatamente pensé en combinarlo con chocolate negro. Y no me equivoqué. 


El AOVE Campopineda es un aceite muy especial. Tuve la suerte de probarlo en la fiesta de presentación de la primera cosecha, que tuvo lugar en la Almazara, que está en Píñar (Granada). Es zumo puro de aceituna, me recordó al aceite de mi infancia, ése que íbamos a recoger a la cooperativa en garrafas blancas. Una joya. 


Decidí hacer un brownie. Y, para resaltar ese maravilloso color verde que tiene el aceite Campopineda, pensé en añadirle pistacho. Ya sabéis que los frutos secos le quedan genial.
A lo largo de mi vida podré haber horneado brownie cientos de veces, pero nunca lo había hecho con aove, siempre con mantequilla. Y he descubierto que es una auténtica delicia. A partir de ahora, lo haré así más veces, muchas más. 


Os dejo la receta, que espero que os guste. 

- 75 ml. AOVE
- 150 gr. chocolate negro
- 150 gr. azúcar
- 2 huevos
- 100 gr. harina
+ 1/2 cucharadita de levadura
- un pellizco de sal 
- 100 gr. de pistachos

Las cantidades indicadas son para un molde de 15 cm. 
Si vais a usar uno más grande, tendréis que duplicarlas. 


Precalentamos horno a 175º.
Derretimos el chocolate en el microondas. Lo hacemos en tramos de 30 segundos para que no se nos queme. 


Añadimos el AOVE y mezclamos hasta que esté completamente incorporado.
Agregamos azúcar y batimos. 


Incorporamos el resto de ingredientes uno a uno y batimos después de cada uno de ellos. huevos, harina tamizada (con la levadura y la sal) y pistachos.


Engrasamos un molde. Horneamos durante 30 minutos. Si el molde que usáis es más grande, tendréis que aumentar el tiempo de horneado. Pinchadlo antes de sacarlo, para comprobar que esté bien hecho. 

Lo podéis acompañar de una salsa de chocolate con aove, que os garantizo que está de muerte, Y, por supuesto, emplatarlo con unas gotitas de aove y pistachos. 


Dulces besossssssssss


domingo, 25 de octubre de 2015

Carrot Cake / Tarta de zanahoria


Este bizcocho es espectacular. Esponjoso, jugoso, suave.... con esa mezcla de especias (mmmmmm) y además con mucha verdura. Es el bizcocho perfecto, sin duda.
No sé por qué, pero el bizcocho de zanahoria siempre me apetece hacerlo en otoño. Supongo que los colores de la naturaleza me lo recuerdan: esos marrones, anaranjados....

El caso es que cuando fui a elegir receta para el asaltablog y ví ésta, se despertaron todas mis alarmas y ya veía borroso el resto de recetas. Así que no tuve más remedio que hacerlo. ¡Y yo que pretendía hacer sólo recetas saladas! Qué ilusa, jajaja. No he aguantado ni dos asaltos.

Este mes teníamos que saquear la cocina de Glo. Su blog, Cocinar con amigos, es una pasada. Estoy impresionada con la cantidad de recetas que tiene publicadas, todas maravillosas. 


Puede que me repita mucho, pero tengo que decirlo. Este es el bizcocho más maravilloso del mundo. De verdad, de verdad de la buena. Y, para los que nunca la hayáis hecho, os digo que no sabe nada a zanahoria y éso que es el ingrediente mayoritario. Así que tenemos un dulce muy saludable, no os parece?
A ver, acercaros a la pantalla. Podéis apreciar lo jugoso del bizcocho????



Lo hice para una comida con mis amigos. Cuando lo serví, os prometo que se hizo un silencio. Nadie decía nada. Ni que estaba bueno...nada!!! Y éso que llevábamos toda la comida peleándonos por hablar. Fue una de estas veces que sabes que están disfrutando de verdad.
Y nos vamos con la receta. He tuneado un poco la de Glo, he sustituído la mantequilla por aceite de girasol. Yo suelo usar de oliva, siempre. Pero en esta ocasión, el aceite de girasol le da un toque especial que este bizcocho necesita.


Bizcocho
- 450 gr. zanahorias.
- 3 huevos L
- 350 gr. azúcar
- 350 gr. de harina de repostería
- una pizca de sal
- 350 ml. aceite girasol  
- una cucharada de extracto de vainilla Wilton
- 1 cucharada de canela
- 1 cucharadita de jengibre
- 1/4 cucharadita nuez moscada

Buttercream de queso (relleno)
- 350 gr. azúcar glas
- 80 gr. mantequilla
- 150 gr. queso cremoso tipo "Philadelphia"

Frosting cobertura
- 300 ml. nata vegetal
- 100 gr. queso cremoso tipo "Philadelphia"


Precalentamos horno a 175º.
La masa la hice en Thermomix, pero todo se puede adaptar. Primero trituramos la zanahoria, no del todo. Reservamos.
Mezclamos huevos, azúcar y vainilla. Batimos bien.


Incorporamos el aceite y las zanahorias. Volvemos a batir. 
Por último, la harina con todas las especias y la sal. Batimos bien y engrasamos el molde que vayamos a usar. 


Yo lo hice en dos moldes de 20 cm. Así queda mucho más jugoso porque el tiempo de cocción es menor. Pero como todo el mundo no tiene dos moldes iguales, se puede hornear de una vez y luego se divide por la mitad.
Horneamos 35 minutos minutos aproximadamente. Si lo hacéis en un solo molde, 60 minutos. Pero recordad que hay que pincharlos para saber que están bien hechos. 


Los sacamos del hornos y los dejamos reposar en el molde unos 15 minutos. Esto es imprescindible porque este bizcocho es muy frágil. Después los pasamos a una rejilla y dejamos enfriar. En la foto los estoy nivelando con la lira, para que queden rectos. 


 Hacemos el relleno. Batimos la mantequilla y el azúcar durante siete minutos. Añadimos el queso crema y volvemos a batir, pero no mucho. No os paséis que se vuelve líquido. Rellenamos nuestros bizcochos.


Ahora preparamos el frosting para cubrir. Batimos la nata vegetal durante siete miuntos e incorporamos el queso. Volvemos a batir lo justo para que se integren. Si queréis ahorrar tiempo, podéis usar el mismo para las dos cosas. La verdad es que la combinación de los dos está muy buena.


Yo sometí a mis catadores a un examen, porque quería saber cuál de las dos cremas les gustaba más. Para simplificar. Y la respuesta de todos fue que la combinación era exquisita.


Cubrimos bien nuestra tarta. No me esmeré mucho en dejarla perfecta porque sabía que luego la iba a cubrir por los laterales. 


Le puse almendra crocanti. Había pensado en caramelizar nueces... pero ese día estaba preparando tres postres a la vez y no tenía más tiempo. La almendra le quedó muy bien. 


La decoré con unas zanahorias de fondant y quedó así de coqueta. Os va a encantar. 

Dulces besosssssssssss














miércoles, 21 de octubre de 2015

Tarta de mascarpone y caramelo


Rica, rica, ricaaaaaaaaaa.
Una auténtica delicia, se deshacía en la boca. Ese toque suave del mascarpone, combinado con el caramelo.... mmmm. Lo podéis imaginar, verdad?
Además muy fácil y rápida. La hice en Thermomix, pero se puede hacer al vapor o en una olla pequeña y darle un golpe de batidora de vez en cuando.
Cuando hablamos de chocolate, siempre prefiero hacerlo al vapor y, en este caso, al ser blanco, con más motivo. Ya sabéis que el chocolate blanco se quema con mucha facilidad.
Y.... a que no adivináis qué lleva en la base y en la capa de arriba??????


No os voy a hacer sufrir mucho. Lleva bizcochos de soletilla. No os podéis imaginar el toque tan delicioso que le dan. Es impresionante, tenéis que probarlo.
Vamos con la receta, para que os podáis poner manos a la obra, ya.


Ingredientes: 
- 180 gr. chocolate blanco
- 250 gr. queso mascarpone
- 1/2 litro leche
- 200 gr. nata
- 100 gr. azúcar
- 2 sobres de cuajada
- bizcochos de soletilla
- caramelo líquido o sirope de caramelo


El primer paso es picar el chocolate unos segundos a velocidad 5-10. Si lo haces a fuego, lo troceamos y lo derretimos. 


Añadimos el queso, la leche, la nata el azúcar y los sobres de cuajada. Programamos 8 minutos, 90º a velocidad 4. En la opción de hacerlo al fuego, sólo tenemos que remover durante 8 minutos y si vemos que al final lo necesita, le metemos la batidora. 


Ahora remojamos los bizcochos. Yo uso caramelo un poco diluido, pero otras opciones son ponerle café, licor rebajado, etc. Empapamos bien el bizcocho y los vamos poniendo en la base de un molde desmontable, hasta cubrir toda la superficie. 


Podemos poner una capa de bizcocho o dos, depende del gusto de cada uno. Y, sobre la base, añadimos la mezcla que teníamos al fuego. 


Es posible que algún bizcocho o trocito de bizcocho rebelde suba a la superficie. No pasa nada, porque va a ir cubierta  y no se van a ver los trocitos. 


Lo demajos en el frigo hasta que esté bien cuajado. Yo lo suelo dejar toda la noche, pero con un par de horas sería suficiente. 


Cuando lo tengamos cuajado, le añadimos arriba otra capa de bizcochos de soletilla remojados. En esta ocasión, yo los desmigué y me recordó mucho al crumble. 


Y así de fáicl hemos elaborado un postre absolutamente exquisito. Ahora sólo queda probar y cerrar los ojos. 

Dulces besossssssssssss





martes, 13 de octubre de 2015

Cinnamon rolls con Nutella



Cómo no!!!! 
Yo tenía que hacer esta joya de la repostería con chocolate. Era obvio y casi obligatorio. Mis adorados  cinnamon rolls tenían que tener una versión choco.
Para darle el toque chocolateado había pensado en hacer una ganache, pero al final elegí Nutella porque, como bien sabéis, sufro nutellosis. 



Esta foto creo que no necesita comentarios. 
Eran un bocado delicioso. En casa gustaron mucho, muchísimo!!!! 
Pero, como todo en esta vida, depende del cristal con que se mire y yo sigo prefiriendo los originales. 
Así que, si os decidís, podéis hacer la mitad de la masa de cada sabor y así probáis las dos versiones. 
Vamos con la receta para que podáis poneros manos a la obra YA. 


MASA 
- 240 ml. leche
- 140 gr. azúcar
- 15 gr. levadura fresca
- 115 gr. mantequilla temperatura ambiente
- 2 huevos grandes
- 560 gr. harina (mejor de fuerza)
- 1 pellizco de sal
RELLENO
- 200 gr. Nutella
- 100 gr. azúcar
- 2 cucharadas canela
GLASEADO
-100 ml. leche -
 200 gr. azúcar glas


Hacemos la masa en el siguiente orden: disolvemos la levadura y el azúcar en leche tibia. Añadimos la mantequilla. Después los huevos, de uno en uno. Por último, la harina con la sal. Si queréis ver el paso a paso de la elaboración de la masa, echadle un vistazo al post Cinnamon rolls originales


Dejamos reposar la masa un par de horas y estiramos con un rodillo. 
Esta masa la hice con harina normal y los originales con harina de fuerza. Tengo que decir que es mejor la harina de fuerza, quedan mucho más esponjosos. Pero tenía que probar.


 Untamos la Nutella sobre la masa extendida. La cantidad depende del gusto de cada uno. Recomiendo calentarla un poco, porque si no, se extiende fatal y puedes llegar a hacerle agujeros a la masa.


Espolvoreamos nuestra mezcla de azúcar-canela sobre la Nutella y enrollamos.


Cortamos con un hilo en 12 trozos y los ponemos en un molde. En esta ocasión los puse en un molde de muffins gigantes. Quedan mejor en una fuente de pyrex , un molde grande o sobre la bandeja del horno. Al ponerlos en este tipo de molde, se quedaron por abajo con la forma del cupcake. Si se pone en una superficia plana, quedan rectos.


Los dejamos reposar 60-90 minutos y vuelven a aumentar el tamaño. Precalentamos el horno a 190º y horneamos 25 minutos.

Una vez horneados, dejamos enfriar un poco. Mientras enfrían, preparamos el glaseado y lo ponemos por encima.

Ya sólo hay que tomarlos con un café y la vida se ve de otra forma, lo garantizo. 


Dulces besossssssssssssss







jueves, 8 de octubre de 2015

Sandwich Cake de salmón y pepino



Es una tarta salada!!!! Y muy ligera. 
Vale. Acepto que me emocioné con las flores. A mi favor diré que comenzaba el buen tiempo.  Y a mí me entusiasma ese momento en que empiezas a ver el sol cada día y ponerte los vestidos de tirantes. El comienzo del verano, lleno de cielo azul y flores. Me encanta!!! Y me invade un espíritu flower power que yo traslado a la cocina.

Esta idea la había visto en el blog de mi amiga Conxy Gastroandalusí. Me pareció tan bonito hacer una tarta decorada salada, que me lo apunté en la lista de tareas obligadas y esperé el momento adecuado. 


Me costó mucho trabajo encontrar las flores comestibles, estuve días y días buscándolas. Hasta que por fin encontré éstas. Yo las quería pequeñitas (hubiera quedado mucho más discreto), pero me conformé con lo que había.  
 Las posibilidades que ofrece el sandwich cake son infinitas. Puedes usar aquellos ingredientes que más te gusten (atún, york, tomate, huevo duro...). Yo respeté la idea original porque me encanta el salmón y el pepino. 
Y una noche, nuestro grupo de amigos, organizamos una cena-barbacoa-karaoke al aire libre y me pareció el momento perfecto. Para compensar un poco la barbacoa, los aperitivos y el dulce, jajaja.  ¿Veis? Lleva mucho tomate, jajaja. 


Vamos con el proceso de elaboración, que es muy fácil. Necesitamos:
- 1 bolsa de pan Thins (la compré en Mercadona)
- Salmón ahumado. Usé un paquete de 200 gr. 
- Pepino
- Queso Philadelphia
Eneldo
- Cebollino 
- Tomates cherry de diferentes colores
- Rábano
- Canónigos


En un cuenco, ablandamos un poco el queso con una espátula y le añadimos el eneldo. Movemos bien para que se integren y ya lo tenemos listo para untar. 



Cortamos el pepino en láminas.
A continuación, ponemos una capa del pan (ojo, es media de cada rebanada), la untamos con el queso y le ponemos una capa de pepino.



Añadimos otra capa de pan untada en queso y cubrimos con salmón. Así vamos añadiendo capas hasta que tengais la altura deseada. Alternamos salmón y pepino, siempre con una rebanada de pan con queso enmedio. 


Terminamos con una capa de pan. Cubrimos toda la superficie con queso y ya sólo queda la decoración, que es a gusto de cada uno. Puedes no poner nada, o que se te vaya la olla como a mí, jajaja. 


Una de ellas está decorada por mi queridísima amiga Julia. Nos pusimos mano a mano, con el cebollino, los tomates y las flores en una mano y una copa de vino en la otra. 

Espero que os haya gustado. Dulces besosssssss