miércoles, 26 de noviembre de 2014

Dulce / Carne de membrillo




Mi maravillosa amiga  M.Angeles tiene una casa en el campo y planta muchísimas frutas y verduras. Solemos organizar comidas allí frecuentemente y la última vez que fuimos tenía membrillos. Membrillos de verdad!!!!
Así que me puse manos a la obra a hacer carne de membrillo.

 Cuando era pequeña no me gustaba nada, así que desde entonces no había vuelto a probarlo y seguía convencida de que no me gustaba. Pues menos mal!!!! He acabado yo solita con casi todo. Afortunadamente tengo buenos amigos con los que he podido compartirlo...
Cuando se lo ofrecí a mis niños no les gustó. Ésto debe ser genético y cuando sean grandes lo apreciarán,  jajaja. Seguro.

Los ingredientes son facilitos: 500 gr. de membrillo, 500 gr. de azúcar, un limón y una ramita de canela.


Elaboración:
Exprimimos el limón.
Pelamos y troceamos el membrillo. Ponemos los trozos de membrillo en una olla y los vamos rociando con el zumo de limón para que no se oxiden. Después añadimos el azúcar y dejamos reposar unas horas.
Yo lo dejé toda la noche.


Cuando me levanté por la mañana, me encontré el membrillo así. El reposo con azúcar le había hecho soltar este caldito tan maravilloso.


Añadimos la rama de canela y lo llevamos a ebullición. Bajamos la temperatura  y  lo dejamos cociendo a fuego lento hasta que el membrillo se ponga blandito y tenga este color tostadito tan mono.


Le pasamos la batidora y ponemos en un molde, tupper, fuente de pyrex... donde queramos. Alli se deja reposar unas horas hasta que endurezca y ya está listo para tomar.


A mí me dió por usar moldes pequeñitos con diferentes formas. Éste es uno de ellos, también tengo estrellas, corazones... así es más divertido.


Para acompañarlo, el queso y las nueces le van estupendamente. Espero que lo probéis.

Dulces besosssssssssss

jueves, 13 de noviembre de 2014

Azúcar invertido




Os prometí la receta cuando hice los bollos suizos, ¿los recordáis? Pues, empecemos.

¿Qué el azúcar invertido?
Es una especie de jarabe que se obtiene por una reacción química. Mediante hidrólisis se separan glucosa y fructosa, que son los elementos básicos que componen la sacarosa (el azúcar común).

Usos: 
  • Heladería. Evita la cristalización del azúcar al congelarse, por lo que el helado quedará más cremoso. Proporción: debe sustituir un 30% de la cantidad de azúcar de la receta.
  • Panadería y bollería. Acelera la fermentación de las masas. Proporción: 60% 
  • Repostería. Aumenta la retención de humedad de los bizcochos, muffins, etc. De esta forma, tardan más en endurecer y resecarse. Proporción: 20%





Ingredientes:
350 gr. azúcar
150 gr. agua mineral
Gasificantes: ácido cítrico y bicarbonato 
(Yo usé los de Mercadona, que tienen sobres morado y blanco)

Elaboración:
Con Thermomix. Poner el agua 3 min. 50º Velocidad 5
Agregamos azúcar y 6 min. 80º Velocidad 4
Añadimos sobre blanco y mezclamos unos segundos.
Cuando la temperatura del vaso baje a 60º, añadimos el sobre azul y mezclamos 1 min. Vel.4

Método tradicional: Ponemos agua, azúcar y sobre blanco en un cazo y llevamos a ebullición. En este momento lo retiramos del fuego y esperamos diez minutos. Entonces añadimos el sobre morado y mezclamos.
 
Ya lo tenemos!!!!

Si no tienes azúcar invertido o no puedes hacerlo, como sustituto se podría usar miel.

Si lo guardamos en un bote hermético, puede durar hasta un año.  
 


Dulces besosssssssssssssss

martes, 11 de noviembre de 2014

Restaurante El Lago de Marbella



El Lago no es sólo un restaurante, es un trocito del Paraíso.
Su entorno idílico queda patente en la foto.
Su cocina, es un regreso a nuestra infancia, a los sabores de verdad, al producto ecológico y de calidad.
Pero a la vez, es una cocina creativa e innovadora.
Todo ello aderezado con un trato exquisito.
¿Se puede pedir más?

 Estuve allí hace unos días y fue una experiencia tan maravillosa, que no creo que las palabras sean capaces de hacerle justicia.Y digo experiencia, porque no fue sólo una comida. Fue una suma de sensaciones. Cuando te cuentan la historia de cada plato y el origen de cada uno de sus ingredientes, el bocado ya no es sólo comida, es un relato comestible, con introducción, desarrollo y desenlace.

Esta historia comienza con la sonrisa de Paco García, jefe de sala, que nos dio una calidísima bienvenida y consiguió, en pocos segundos, que nos sintiéramos como en casa.


Pasamos a la terraza. ¡Qué belleza! Tiene unas vistas tan maravillosas que  parece como si el tiempo se detuviera. De pronto, te olvidas de todo y te dejas llevar por el sonido del agua y el impresionante paisaje exterior.


Para que el tiempo no se detuviera del todo, nos trajo un aperitivo riquísimo. Crujiente de camarones, crujiente de torreznos y crujiente de especias con pipas. Acompañado con un alioli de pimiento asado, que me lo habría comido a cucharadas (no lo hice porque hay que guardar la compostura, que conste).


Paco García tiene un gran encanto natural y es un narrador maravilloso. Es de estas personas que te cautivan cuando habla. Eran las tres de la tarde, teníamos el estómago vacío y  estábamos tan embelesados con sus historias, que creo que nadie recordó que teníamos que comer, hasta que él lo dijo. 

Una de las cosas que nos contó que más me llamó la atención es cómo le dan prioridad al producto local y ecológico. Tratan directamente con los productores de la zona. De esta forma, se aseguran ingredientes de primerísima calidad y, además, generan riqueza en su provincia y en Andalucía. Es una filosofía que deberían adoptar muchos más sitios. No es necesario importar producto para ahorrarse unos euros. ¿No es preferible la calidad? Tenemos aquí lo mejor de lo mejor: generemos riqueza en nuestra provincia y en nuestra comunidad.

Para empezar, unos molletes de Antequera, de verdad, buenísimos. Yo creo que el aspecto lo dice todo.


Recuerdo que, al principio, Paco García nos comentó que ellos ponían mucho más énfasis en la calidad del producto que en la presentación. Claro, éso ya te crea unas expectativas y piensas que vas a comer un plato exquisito, pero  sin gran estética. Pues no!!! Me sorprendió muy gratamente ver una presentación cuidada hasta el más mínimo detalle. 

Este plato fue uno de los favoritos. Tomate del terreno con queso de cabra de Coín, membrillo, pesto de rúcula y praliné de frutos secós. "Realmente, es sólo un tomate", nos decia Paco.
Este plato, bajo su aparente sencillez, es una combinación de texturas y sabores tan bien elaborada, que no te puede dejar impasible.
 


  Urta macerada con jugo de cítricos, verduras crudas y ilantro.
Este plato es precioso. Por favor, miradlo. Mirad qué armonía de colores, parece un lienzo. Por supuesto, el sabor acompañaba a su belleza. La salsa de cítricos era exquisita y la urta, tan sabrosa, hacían un conjunto digno de los paladares más exquisitos.


Y éste fue el triunfador. Huevo frito con bacalao y jugo de pimientos rojos asados. Cuando intentábamos explicarle a Paco García lo mucho que nos había gustado, nos respondía. "Pues es un huevo".


 Vale. Un huevo cocinado a baja temperatura, con un punto de cocción perfecto, no es sólo un huevo. Es un tesoro comestible. Le hice una foto cuando levanté la capa de arriba. A ver quién consigue ésto en casa...


Salmonete con almeja de carril, jugo emulsionado al ajillo y calabacín. Este salmonete era de lagrimón y tenía sorpresa: escondidas debajo había unas almejas que, según nos contaron, estaban vivas por la mañana. Creo que nunca he comido unas almejas con un punto de cocción tan perfecto. Además tenía unos daditos de calabacín crudo muy pequeñitos, que le daban un toque delicioso. 


Paletilla de chivo lechal malagueño, tabule vegetal y yogourt de soja y naranja. Un plato maravilloso. Los sabores dulces daban un toque especial a la carne.


A continuación otro tesoro: tabla de quesos. Todos quesos artesanos hechos en Andalucía. En este caso no os puedo contar mucho. Ya conocéis mi intolerancia a la lactosa y sólo pude comer los que estaban curados. Pero sí os puedo decir que mis compis de mesa no dudaron en hacer buena cuenta de los trozos que yo dejé. No hace falta que diga nada más.



Y llegamos a mi momento preferido: el postre. Mandarina del Valle del Guadalhorce. Era una absoluta exquisitez, como si te estuvieras tomando una mandarina con diferentes texturas. Ese sabor creo no lo paladeaba desde mi infancia, cuando las mandarinas eran de verdad.....


Y el maridaje no pudo ser mejor. Ya sabéis que tengo debilidad por las Bodegas Jorge Ordóñez.
Mi vino favorito hasta ahora sigue siendo el Victoria Nº2. Le sigue Botani, otro grande, un seco de uva moscatel de Alejandría, delicioso. Mi gran descubrimiento esta vez fue Breca, un 100% garnacha. Un vino sabroso, con un aroma potente y un precioso color cereza.
Una de las características que más me gusta de estas bodegas es que los vinos los fermentan de forma tradicional, no llevan nada de química.


 Diego del Río, jefe de cocina del restaurante, también nos obsequió con su compañía al finalizar la comida. Es un chef que ama su trabajo y éso se refleja en su cocina. Cuando tú pones mucho amor en lo que haces y lo aderezas con una gran creatividad, el resultado sólo puede ser espectacular. Además, es una persona muy sencilla y amable. Fue un gran placer disfrutar de su cocina y de su compañía.



Y aquí la foto de familia de una tarde muy especial.
Sólo me queda dar las gracias a todos los que lo hicísteis posible.



Dulces besossssssssss

domingo, 26 de octubre de 2014

Bollos suizos (con versión chocolateada)




¿Qué os parece un desayuno así un domingo por la mañana, en la terraza, con buena temperatura, rodeada de tu familia y con un día por delante sin obligaciones? ¿Se le puede pedir más a la vida?

Sí, ya lo sé. Ahora estais pensando en un montón de cosas que pedirle a la vida. Pero, por favor!!! Que no se trata de eso. Hay que aprender a disfrutar el momento, a exprimir cada segundo, sobre todo los buenos. 
Así que aquí estoy yo, con mi quinto bollo suizo, saboreando el momento (el quinto momento, jajaja). Si me descuido, no me quedan para la foto. 



Esta delicia la tengo que agradecer a mis amigas de El mito del sofrito. Ellas han sido el blog asaltado este mes en el #Asaltablog. Ha sido una delicia planear el robo y llevar a cabo el plan. Chicas, me encanta vuestro blog y fue genial conoceros (aunque me falta la otra mitad).

Estos bollos son una delicia, de verdad de la buena. Se comen solos. Van desapareciendo del plato sin que te des cuenta. Lo malo es que tienen un efecto secundario: la pérdida de memoria. Eres incapaz de recordar si te has comido cuatro, cinco o siete. 

Voy a daros la receta. Sentidla como una obligación. Luego me lo agraderéis. 


Ingredientes:

 600 gr. harina de fuerza
170 ml. leche
120 gr. mantequilla
40 gr. azúcar invertido Receta
50 gr. azúcar
40 gr. levadura fresca
1/2 cucharadita de sal
3 huevos
1 cucharada de agua de azahar


Para hacer esta receta usé la Thermomix, Se puede hacer con batidora, pero habrá que cambiar el orden de los ingredientes. Antes de empezar, disolvemos la levadura en la leche tibia.
Comenzamos batiendo los huevos, agregamos la leche con la levadura. la mantequilla, el azúcar invertido y el agua de azahar. Como se nos formaran bolitas con la mantequilla, ponemos la THX a 35º. 
Mezclamos la harina con la sal y el azúcar y la incorporamos a la mezcla anterior. 
Ya tenemos nuestra masa. La ponemos en un bol y la cubrimos con film transparente y un paño de cocina. Tiene que levar durante una hora.



Cuando la masa ha doblado su volumen ( a mí hasta me rebosó), hacemos bolitas y las ponemos sobre papel de horno. Es muy importante en el momento de hacer las bolitas, tener las manos impregnadas de mantequilla. Si no, la masa se nos pegará a las manos. Así que preparad un cuenquito con mantequilla para engrasar las manos después de cada bolita. 
No debéis manipular mucho la masa porque se desinfla. Así que, coged una porción, dadle un poquito de forma y  ya está: a la bandeja del horno. 
Tenemos que volver a dejar levar la masa unos 45 minutos. Dejad suficiente espacio entre las bolitas porque aumentarán de tamaño y puede que se peguen. 
A mitad del segundo levado, ponemos el horno a 200 º, calor convencional arriba y abajo. 
Preparamos dos cuencos: uno con huevo batido y leche. Otro con azúcar glas y unas gotas de agua de azahar. Cuando haya concluído el segundo levado, los pintamos con la mezcla del huevo y, después, los espolvoreamos con pellizcos de azúcar glas. 
Los metemos al horno 9 ó 10 minutos. Él tiempo no es exacto, cada horno funciona de una forma distinta. Por tanto, cuando estén dorados, es el momento de sacarlos. 


Y ya los tenemos. Qué buenos, qué buenos, qué buenos!!!!!!!!!!!!
Con el primero, casi me quemo. Pero es que olian de bien......


Por supuesto, hice una versión chocolateada (¿alguien lo dudaba?).
En el momento de hacer la bolita de masa, puse dentro una nuez de ganache de chocolate frio.
Esto ya sobrepasó los límites de la exquisitez absoluta. Probadlo.


Y os dejo, que voy a seguir disfrutando de mi desayuno. 

Dulces besosssssssssssssssss

miércoles, 22 de octubre de 2014

Cakepops de oreo y philadelphia halloweeneados



Sé que Halloween es un tema bastante controvertido. Hay muchas personas que defienden que es una fiesta que no es nuestra, que se rinde culto a lo macabro....



Yo no entro en profundidades sobre su significado. A mí me gusta su estética, me encanta la estética de Halloween, en versión dulce, eh?  La parte siniestra tampoco me emociona mucho. Pero no me digáis que no es adorable mi murcielaguín....
 




 Y qué me decís de la fiesta????? Con lo que a mí me gusta disfrazarme. ¿Cómo voy yo a desaprovechar esta oportunidad? jajajaja. Bueno, a lo que voy. La receta:
 

 
Ingredientes:
 
paquete de galletas oreo
50 gr. de queso philadelphia
Candy melts para cobertura
 
Por cada paquete de oreo salen unos 11 cakepops, pero depende del tamaño que hagamos, claro está.

 
Yo usé tres paquetes de oreo. Usé la Thermomix para hacer la masa, aunque si no tienes puedes hacerlo a mano, machacando con un mortero. También sirve un robot.

 
Una vez trituradas las oreo, le añadimos el queso Philadelphia.

 
Ponemos a mezclar y nos sale una masa que yo recomiento enfríar en el frigorífico un poco, para que tenga consistencia a la hora de hacer las bolitas.
Una vez hechas las bolitas, a mí me gusta meterlas un poco en frigo. Al haber manipulado la masa, ha cogido calor y así las tenemos consistentes y frías para que la cobertura solidifique pronto.


Derretimos los Candy melts. Yo tengo una maquinita que los mantiene calientes, pero puedes ir dándoles golpes de calor en el microondas.
Introducimos un palito en los Candy melts y lo clavamos en la bolitas, como se ve en la foto de arriba. Los volvemos a meter en el frigorífico.

 
Para cubrirlos solemos tener el problema de que los Candy melts son muy consistentes. Por ello, es recomendable añadir manteca de cacao.

 
Agregamos unas gotas de manteca y los Candy melts se vuelven una chispa más liquidos y más manejables.

 
Le damos un baño a las bolitas con palito que teníamos en el frigo.

 
Muy importante: para quitar el exceso de cobertura, damos golpecitos sobre un dedo. Si no lo hacemos asi, los golpes serán muy bruscos y podríamos dañar los cakepops.


Tienen que volver al frigo para que la cobertura endurezca. En este momento, podemos comérnoslos o decorarlos (y después comerlos!!!!).
 
 

jueves, 9 de octubre de 2014

Torta bombón. La tarta de Granada Gourmet


Del 26 al 29 de septiembre tuvo lugar en Granada un evento gastronómico bastante importante: Granada Gourmet. Estuvieron presentes siete estrellas Michelín, magníficos chefs de Granada y muchas empresas relacionadas con la  gastronomía. 
Entre estas empresas, estaba la Escuela de Hostelería Pilsa Educa, que quiso contar conmigo para hacer una clase de decoración de tartas fondant. Hice la tarta de la foto de arriba. 
Como todos sabéis, las tartas fondant necesitan muchas, muchas horas. Y no quería aburrir al personal, así que me llevé el piso de abajo ya hecho y sólo decoré allí el de arriba.  


Elegí la torta bombón porque es mi bizcocho favorito. Como su propio nombre indica, es un bombón con textura de bizcocho. Y, además de estar buenísimo, es uno de los mejores para las tartas 3D y las de fondant. ¿Queréis la receta?

Ingredientes
Mantequilla,150 gr.
• Azúcar, 150 gr.
• Yemas, 4 unidades.
• Dulce de leche, 100 gr.
• Chocolate, 4 barritas.
• Leche, 6 cucharadas.
• Harina bizcochona, 200 gr.
• Claras, 4 unidades.
• Esencia de vainilla, 1 cucharadita.

Elaboración

Batir la mantequilla (a punto pomada) con el azúcar. Agregar las yemas de una en una. Incorporar el dulce de leche y el chocolate derretido. Luego, la leche, alternando con la harina. Por último, agregar las claras batidas a nieve, en forma envolvente. 
Rociamos el molde con spray antidesmoldante y llenamos hasta un máximo de 3/4 partes. Horno precalentado a 180º, durante 45 minutos, aprox. (hay que pincharla antes de sacarla del horno. Si el pincho sale limpio, es el momento).
Si queremos usarlo para esculpir, hay que envolverlo en papel de aluminio cuando todavía esté tibio y dejar reposar, a temperatura ambiente, por lo menos 2 días.
 Así era por dentro. Lo rellené de ganache de chocolate con dulce de leche y estaba muy, muy buenooooo, vamos que ahora mismo me comía un trocito. No quedaron ni las miguitas.

Mi público fue absolutamente excepcional: María Merinda Sadaba, diputada de Empleo y Desarrollo en Granada y un compañero del Área. Lina Casares y Marta, estudiantes de Económicas y Medicina. Yolanda Robles de Pilsa y mi Beatriz. Ellos son los que salen en la foto y los que me hicieron pasar dos horas muy agradables con su conversación. 
Pero hubo más gente, como mis salaíllas, alumnos míos... 
A todos os tengo que dar las gracias por venir a verme, me hizo mucha ilusión
 
Tuve la suerte de coincidir con Dani García, al que admiro profundamente. Él también estuvo en el aula Pilsa haciendo sus palomitas nitro (qué pasada!!!!).  Cuánto aprendí ese día gracias a él, es un genio. 
 

Por supuesto, nos hicimos una foto. Una de las cualidades que más me gusta de Dani es su humildad. Es una mente privilegiada, pero no se lo tiene nada creído. A ver si tomais nota algunos...


No voy a hablar mucho más del evento porque creo que todo está dicho y contado ya.  Hubo grandes figuras de la cocina en el Aula Pilsa, como Juan Andrés Morilla otro genio al que le tengo mucho aprecio.
Talleres y ponencias de todo tipo. Muchos restaurantes que quisieron compartir sus delicias gastronómicas con los asistentes, como Mandala, Damasqueros, Ruta del Veleta, etc. 
 
Y ya me despido con un primer plano de mi tarta que espero os haya gustado.
Por favor, haced la receta. Os garantizo que os encantará. 

Dulces besossssssssssss