miércoles, 7 de octubre de 2015

Cinnamon Rolls originales


Sin pestañear digo: Esto es lo más bueno que he horneado hasta ahora!!!!!! 
En cada bocado que tomaba me repetía esta frase como un mantra. 
He saboreado hasta la última miguita. 
Hice diez mil fotos porque necesitaba alguna que pudiera transmitir sabor. 
Necesitaba que la foto hablara, que fuera capaz de expresar la magnitud de este dulce. 
Esa masa esponjosa, ese relleno de canela y azúcar, que cuando llegaba a la boca se deshacía y era una explosión de sabor...


Mi canelelosis se dispara. Adoro la canela.  Ese aroma que desprende cuando abres el bote. Y qué decir del momento horno. Cómo huele tu cocina cuando estás horneando una masa con canela? Perfuma toda la casa. Ojo, que no le estoy poniendo los cuernos al chocolate, sólo formamos un trío bien avenido. 


La primera vez que probé los cinnamon rolls fue en Londres. Recuerdo ese momento con total nitidez. Y éso es mucho decir, teniendo en cuenta que yo soy Dori, la pececita azul de "Buscando a Nemo" (por mi mala memoria).
Recuerdo la calle donde estaba (cerca de Picadilly), la cara del chico que me los vendió, que era español, por cierto. Fue un momento sublime. Lo que más me sorprende es que no tengo fotos de ese momento. Lo que demuestra que soy más degustadora que blogger. Una blogger auténtica le hubiera hecho mil fotos hasta que hubiera estado el rollo en cuestión, como un témpano de hielo. Yo no podía perder el sabor. Así que me los comí. Colorín, colorado.....
Ya no me enrollo más. Vamos a por la receta.


MASA
- 240 ml. leche
- 140 gr. azúcar
- 15 gr. levadura fresca
- 115 gr. mantequilla temperatura ambiente
- 2 huevos grandes
- 560 gr. harina de fuerza
- 1 pellizco de sal

RELLENO
- 90 gr. mantequilla
- 100 gr. azúcar
- 2 cucharadas canela

GLASEADO
-100 ml. leche
- 200 gr. azúcar glas


Calentamos un poco la leche y la ponemos en un bol. Disolvemos la levadura y añadimos el azúcar. Cuando esté completamente disuelto, agregamos la mantequilla a temperatura ambiente. Batimos y observaremos que la mantequilla no se integra, se queda a trocitos como en la foto. No os preocupéis, es normal.



Incorporamos los huevos, de uno en uno. Sigue quedándonos una masa llena de grumos. No pasa nada.



Vamos incorporando la harina poco a poco. Cuando esté toda batimos a velocidad rápida. Yo usé la Kitchen con el gancho, pero perfectamente se puede hacer en Thermomix o a mano.
Una vez que tenemos nuestra masa, la ponemos en un bol engrasado (yo le puse mantequilla).



Dejamos reposar, cubierta con un paño, durante dos horas. Doblará su volumen. 
Estiramos con un rodillo sobre una superficie enharinada, con forma rectangular. Para que tengáis una idea de cuánto hay que estirar, yo hice un rectángul de 34x46 cm.


Ahora vamos con el relleno, el delicioso relleno. 
Le damos un golpe de calor en el microondas o en un cazo a la mantequilla y extendemos por toda la superficie de la masa. 


Mezclamos el azúcar con la canela y espolvoreamos sobre la mantequilla. 


Enrollamos como si fuera un brazo de gitano y cortamos en trozos. Depende del grosor que te guste, los cortas más o menos finos. Entre 15 - 20 está bien. 


Se puede cortar con un hilo o con cuchillo. 


No sé si en la foto se aprecia bien el corte con el hilo, pero es muy fácil. Sólo hay que cruzar los extremos y "estrangular" la masa. 


Ponemos los trozos cortados sobre un molde engrasado. No tiene que ser individual, puede ser un molde redondo de tarta o una fuente de pyrex. Se pegarán al hornearse, pero luego se separan fácilmente. 
También se pueden poner directamente en la bandeja sobre papel de horno.


Dejamos fermentar otras 60-90 minutos y volverán a crecer en tamaño. 
Precalentamos el horno a 190º durante unos 15 minutos.
Horneamos nuestros rollos 25 minutos. Si vemos que se están dorando en exceso, cubrimos con papel de aluminio. Seguirán cociendo, pero no se tostarán (ésto lo hago siempre con los bizcochos).


Así salen del horno. Coooooooomo huele!!!! En este momento empieza todo el mundo a entrar a la cocina. ¿Qué estás haciendo? ¡Qué hambre! ¿Cuándo se puede comer éso? Jajajaja, lo peor es que yo soy la primera que está deseando meterle mano. De hecho, cogí el menos agraciado, comí y luego hice fotos. Y es que mi estómago no entiende de blogs. 


Dejamos enfriar unos diez minutos. Mientras tanto, vamos preparando el glaseado. 
Lo ponemos por encima con una cuchara y.... listo!!!!
Aguantan bien tres días, pero es conveniente darles un golpe de microondas de unos 15 segundos antes de comerlos. 




De verdad, ésta receta es obligada. Ya me lo diréis. 

Dulces besosssssssssss

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