Hace tiempo publiqué la receta del sable bretón. No me iba a quedar con las ganas de hacer una versión chocolateada.
Es un bocado perfecto. No es excesivamente dulce, aunque es probable que yo no sea la más indicada para valorar éso. Una de mis frases preferidas es: "nunca es demasiado dulce".
La textura del sable es como una galleta blandita, que se deshace en la boca. Y con ese baño de chocolates, es, como he dicho antes, perfecto.
Vamos con los ingredientes:
- 125 gr. mantequilla
- 120 gr. azúcar
- 3 yemas de huevo L
- 315 gr. harina
- 8 gr. cacao en polvo
- 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
Precalentamos horno a 175-180º.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que tengamos una crema blanca. Añadimos las yemas una a una y la vainilla. Mezclamos el cacao con la harina y lo incorporamos a la mezcla anterior. Batimos y hacemos el último amasado con las manos.
Hacemos un rulo y metemos en el frigorífico. Tiene que quedar bien compacto porque luego vamos a cortar rodajas (como si fuera salchichón) y, si no está suficientemente frío, se desmigará.
Ponemos las rodajas en una bandeja de horno sobre papel sulfurizado y horneamos durante 15 minutos.
Sacamos del horno y dejamos enfriar. Mientras, vamos preparando la ganache. Calentamos 150 ml. de nata y le agregamos 200 gr. de chocolate negro. Lo dejamos enfriar también un poco (si está demasiado líquido se va a derramar sobre los sable y va a caer por los lados).
Cubrimos los sable con la ganache y decoramos, si nos apetece.
Et voilà. Ya los tenemos listos para degustarlos.
Dulces besosssssssssssssss
Que rica galleta chocolateada! cuando deje la dieta me convidassss!!
ResponderEliminarYa la tengo anotada, que tienen una pinta...
ResponderEliminarVaya delicia!! Desde luego para disfrutar. Un abrazo, Clara.
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